La privatización de la educación pública. Una tendencia en España. Un camino encubierto hacia la desigualdad
La presente publicación señala las políticas neoliberales como la principal causa del mantenimiento y aparición de nuevas desigualdades, reforzadas por el ataque a la escuela pública como mecanismo de compensación.
Los autores apuntan que los recortes en educación afectarán en mayor grado a aquellos alumnos con menos posibilidades, desapareciendo gradualmente la atención individualizada en los centros públicos, recurso esencial para los alumnos provenientes de contextos más desfavorecidos.
Los argumentos neoliberales abogan por una igualdad de posibilidades, que dista mucho de la igualdad de oportunidades que compensa las desigualdades de origen. De este modo, la responsabilidad no se centra en el sistema social, político y económico sino que se traslada a los individuos.
La privatización que se está imponiendo en la educación pública tiene dos tendencias diferenciadas: privatizaciones visibles/exógenas y privatizaciones encubiertas/endógenas. Dentro de la primera tendencia, que engloba las medidas más rápidamente perceptibles, hay prácticas como la financiación de escuelas privadas, la subcontratación de colegios o la externalización de servicios escolares (comedor, transporte, actividades extraescolares…). La segunda tendencia hace referencia al conjunto de medidas que forman parte de un proceso menos evidente y que van en la línea de instalar en la sociedad la asociación entre prácticas privadas y eficacia por un lado, y prácticas públicas e ineficacia por otro. Algunas de las medidas endógenas son la posibilidad de elección de centros, el control de resultados, la Nueva Gestión Pública (incorporando diseños, métodos y prácticas del sector privado), o la programación por competencias como excusa para introducir aprendizajes ligados a las necesidades económicas y empresariales.
De este modo, la educación pública está pasando de ser un bien público al servicio del conjunto de la sociedad, a ser un bien privado al servicio de las personas con más recursos, los empresarios y la economía. Esta estigmatización creciente de la educación pública conlleva que pase de ser un mecanismo de cohesión social e integración a ser un mecanismo de exclusión y perpetuación de las desigualdades.
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